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La Venganza de Don Mendo

SE LEVANTA EL TELÓN DE LA SOLIDARIDAD

Este texto narra cómo, en la temporada 1983/84, la plantilla del RCD Espanyol impulsó una iniciativa solidaria y pionera representando la obra "La Venganza de Don Mendo", con la participación de todos los jugadores y el cuerpo técnico. La idea, promovida por el capitán Molinos y dirigida por Albert Pueyo, buscaba reforzar la unión del equipo y recaudar fondos para el Hospital Sant Joan de Déu. La función, celebrada en el teatro Martínez Soria, fue un éxito rotundo, con la participación estelar de Maradona como artista invitado. El proyecto tuvo gran repercusión mediática y un impacto muy positivo en el grupo.

Primero acto: La propuesta

En los tiempos actuales, todos los clubes deportivos profesionales, y por extensión, cualquier gran entidad de ámbito social, disponen de departamentos de marketing, relaciones institucionales, comunicación y área social, que canalizan y promueven actividades de carácter extradeportivo, desde visitas a hospitales, participación en acontecimientos benéficos y solidarios, hasta actas sociales con el fin de ofrecer una imagen diferente, alejada de la meramente deportiva. Por lo tanto, los jugadores participan, pero no tienen que preocuparse por su organización. Sin embargo, no siempre fue así.

Saltamos más de 40 años atrás en el tiempo. Durante el 1983, el Espanyol prescinde, a las primeras de cambio, de su entrenador, el serbio Pavic. Lo sustituye su segundo, un joven Xabier Azkargorta a punto de hacer los 30 años.

Tan joven que incluso tres jugadores, Molinos, Giménez y Domínguez, lo superan en edad.
Azkargorta, de talante filosófico e integrador, tira un mensaje a la plantilla de hacer piña, de "remar todos a una". Molinos, el capitán, recoge el guante y promueve una obra teatral – amateur y solidaria – para hacer piña. Rápidamente se les va de las manos, puesto que acabará siendo representada en el teatro Martínez Soria, lleno hasta la bandera y con la presencia del presidente de la Generalitat, el molt honorable Jordi Pujol. También harán una pequeña actuación en directo en el programa Superstar de TVE, en horario de prime time un viernes por la noche, y presentados por Lola Flores i Héctor de Mar.

La obra teatral tenía un doble objetivo: la vertiente deportiva de hacer grupo con una implicación total de los jugadores – los 25 miembros de la plantilla participaron – y la vertiente solidaria. En este caso, la recaudación iría destinada a los niños del Hospital de San Juan de Dios.

En este aspecto, jugadores y Club fueron innovadores, avanzándose a su tiempo y mostrando el lado solidario que tanto promueve el Espanyol. La afición también fue ejemplo de implicación, y las recaudaciones solidarias, actividades benéficas como la recogida de alimentos durante la pandemia o por la DANA, o la donación de sangre con récord de donaciones, son habituales y altamente elogiables. Sin olvidar los luchadores pericos de la salud: Sabaté Pons, Robert Hernando, la pequeña Ainhoa, el añorado José Raúl. Solidaridad y Espanyol de la mano, ahora y siempre.

 

Segundo acto: La obra

Una vez consolidada la idea de representar una obra, había que elegir cual. Tarea nada trivial pero resuelta rápidamente. 

Molinos consulta con su padre Antonio, exentrenador de clubes como el Numancia, el Alavés o el Burgos, entre otros, y lo tiene claro. Tiene que ser La Venganza de Don Mendo, obra clásica que lo engloba todo: es divertida, con una gran cantidad de personajes y en un formato que recorre casi todas las formas estróficas de la poesía castellana, dando más énfasis a la trama.

Su autor, Pedro Muñoz Seca (20-02-1874, El Puerto de Santa Maria, Cádiz), es uno de los nombres fundamentales de la escena teatral del siglo pasado, con más de un centenar de obras como El teniente alcalde de Zalamea, Martingalas o El clamor, antes de ser fusilado en Paracuellos de Jarama el 1936, durante los inicios de la Guerra Civil.

La Venganza de Don Mendo, estrenada el 1918, es la cuarta obra teatral más representada en nuestro país, por detrás de Don Juan Tenorio, Fuenteovejuna y La vida es un sueño. Incluso se hizo una película dirigida e interpretada por Fernando Fernán Gómez el 1961. Dividida en cuatro actos, los actores entran en escena de forma escalonada siguiendo un guión trepidante lleno de juegos de palabras y golpes de humor.
La elección de los personajes fue designada por Molinos, asignando los papeles principales de Don Mendo (personaje principal, que Durán, con su desenvoltura, clavó), Magdalena (Delia, la mujer del portero Domínguez), Don Nuño (Azkargorta) y Don Pero (Jesús Orejuela), de forma muy acertada. Incluso el cameo de Soler, jugador versátil y polivalente, como Marquesa, fue todo un acierto.

La dirección estuvo bajo la tutela de Albert Pueyo quien, desde el teatro amateur, iniciaba su carrera hasta convertirse con el paso de los años en uno de los grandes directores y promotores de teatro catalán.

La plantilla se volcó en los ensayos tanto en la escuela San Juan Bosco como la sala de juntas de Sarriá. Cuando no era posible reunirse en todos los ensayos, durante las concentraciones continuaban repasando el guion. La motivación era tal que incluso se gritaban entre ellos con los nombres de los personajes que interpretaban.

Tercer acto: La representación

Un total de 39 personajes forman el elenco de Don Mendo, repartidos de la siguiente manera:

• 25 miembros, la totalidad de la plantilla del primer equipo de la temporada 83/84: N’Kono, Domínguez, Durán, Job, Arabí, Miguel Ángel, Maldonado, Soler, Gallart, Corominas, Dani, Robe, Lauridsen, Zuñiga, Molinos, Diego Orejuela, Márquez, Lacalle, Samper, Morilla, Giménez, Jesús Orejuela, Forcadell, Mauri y Palanca.

• 8 papeles femeninos asignados a parejas de los jugadores: Delia, Mª Pilar, Ana, Mª Teresa, Mª Carmen, Mª Dolores, Natacha y Mª Jesús.

• 5 miembros del cuerpo técnico: Xabier Azkargorta, Juanjo Díaz, Juan Segura Palomares, el Dr. Oliveras y Jordi Ripoll.

• Y como artista invitado, DIEGO ARMANDO MARADONA, quien aceptó la invitación de Molinos, previa gestión de su amigo Orlando Giménez y que, con su papel de Alí, un vendedor de babuchas, se ganó las simpatías del público.

Con todo a punto, el escenario para tan magna representación fue el teatro MARTÍNEZ SORIA del Paralelo barcelonés, y la fecha el 14 de mayo de 1984, a las 22.30 h. Las localidades, a un precio de entre 2.000 y 3.000 pesetas, dejaron una recaudación próxima a los tres millones de pesetas, destinadas íntegramente a los niños del Hospital de San Juan de Dios. El éxito de la representación tuvo eco en todos los diarios y sorprendió la misma organización. Fue tan divertida que las risotadas todavía resuenan en platea. Incluso se planteó realizar una gira teatral, con propuestas de diferentes teatros de Catalunya, idea que finalmente fue descartada. El papel principal de Don Mendo a manos de Miquel Durán tuvo una actuación tan estelar que sería merecedora de un Oscar honorífico como actor principal, rindiendo homenaje a los grandes actores que han interpretado este personaje, como José Luis Ozores, Manolo Gómez Bur, José Sazatornil, Raúl Sender, Ismael Merlo o Tony Leblanc. El éxito del proyecto y el carácter solidario de la acción vinieron acompañados de un plácido final de temporada, reflejado en una décima plaza a la liga y con una gestión de grupo notable de la mano del novel técnico vasco.

Último acto: entre bambalinas

• Entrenamiento previo a la representación: desde el banquillo, Nuño (Azkargorta) llamamiento el ejercicio: remates al segundo palo. Los centros de Froilán (Job) y el Barón de Moncada (Mauri) los tienen que rematar Pero (Jesús Orejuela) y Manfredo (Giménez) intentando batir Don Mendo (Durán) y Clodulfo ( Kono).

• Cómo en cualquier partido, hubo bajas de última hora. Lauridsen, por compromiso con la selección danesa, fue sustituido por Joan Ribas, un clásico del teatro catalán. Miguel Ángel, convocado por la selección española sub-21, y Maldonado, operado recientemente, tampoco pudieron formar parte del elenco.

• 9 días antes de la representación, Maradona jugó la final de Copa entre la Athletic Club y el FC Barcelona. El partido acabaría en baile de bastones. No sabemos si Diego, en su papel de morito Alí, llevaba algún moratón de recuerdo, pero sí que aquella final (re)forzó su salida de Can Barça. Como que después de aquel partido ya no jugó más en Barcelona, su última actuación en la ciudad condal no se produjo en el Camp Nou, sino en el Martínez Soria y rodeado de pericos.

• 4 días después de la obra, una comitiva formada por Azkargorta, Durán, Delia, el Dr. Oliveras, Lauridsen y Jesús Orejuela representó en directo un fragmento de la obra al programa Superstar, viernes por la noche en prime time a Televisión Española, presentado aquella noche por Lola Flores, acompañada de Montserrat Caballé, Josep Carreras i Raphael. La sección deportiva presentada por el mítico Héctor de Mar fue dedicada al Espanyol solidario.

• Después de su aparición televisiva, la comitiva perica viajó a Salamanca con Jesús Orejuela como guía. El conserje de una finca, aficionado al teatro, los reconoció y los recitó un hacia entero de Don Mendo. Se sintieron como actores profesionales.

 

SEBASTIAN GUILLÉN ARANDA

GRUP DE RECERCA HISTÒRICA DE LA FUNDACIÓ DEL RCD ESPANYOL

 

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