3-2: Una aventura con final feliz
El Espanyol saca adelante un partido que se complicó sobremanera al filo del descanso
Después de un parón internacional eterno, el RCD Espanyol regresaba al RCDE Stadium donde iba a recibir a un Mallorca, que ha tenido un inicio duro de temporada tras enfrentarse al FC Barcelona y al Real Madrid. El conjunto blanquiazul iniciaba el partido con la posibilidad de encaramarse a los primeros puestos y con la confianza de mantener la buena línea de juego y de resultados ante un rival muy peligroso, a pesar de su actual posición en la clasificación.
Manolo González apostó por Urko en el centro del campo y devolvió la titularidad a Roberto. Arrancó muy bien el conjunto blanquiazul con un remate al larguero del delantero perico y con un buen centro de Puado que Pere Milla no acertó a rematar. Cierto es que los visitantes no se amedrentaron y trataron de intimidar a los blanquiazules, aunque sólo se acercaron con chuts lejanos y centros laterales bien defendidos por los centrales. El Espanyol seguía asentado, firme y convencido y refrendó pronto las buenas sensaciones con el gol de Pere Milla, quien culminó una excelente jugada de Romero por banda izquierda. El ‘11’ sigue en un estado de forma espectacular. El conjunto blanquiazul, sin las penurias de otras temporadas, confía en su apuesta y así es normal que todo salga bien. El segundo gol, obra de Roberto, así lo constata. El delantero, que se estrenaba esta temporada, remató un gran centro de Dolan. El Espanyol volaba hasta que el partido se convirtió en una pesadilla. Primero, el árbitro señaló una falta muy rigurosa de El Hilali, preludio del riguroso penalti señalado a Pol Lozano. El escándalo llegó después cuando el árbitro expulsó a Pere Milla, que había sido derribado claramente por Mojica sin que la acción fuera castigada.
Con uno menos el Espanyol tenía que hacer un ejercicio de supervivencia para intentar puntuar. El equipo blanquiazul sabía que debía hacer un partido largo para tratar de desesperar a su rival. Lo interpretó bien el equipo de Manolo González hasta que apareció Muriqi para igualar el partido. Este Espanyol, sin embargo, cree y no deja de luchar. Cabrera, tras un balón de Dolan, a punto estuvo de adelantar a los pericos otra vez en el marcador. Mención especial merece Dmitrovic, quien realizó dos brillantes paradas tras sendos remares de Muriqi y Darder. El Espanyol seguía vivo; muy vivo y llegó el tercero de la noche. Dolan, uno de los mejores del partido, provocó un penalti que transformó Kike García. El Espanyol jugó de manera muy inteligente los minutos finales y acabó sumando un triunfo que le permite colocarse colíder.
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