25 años de puro sentimiento perico
Los socios y las socias blanquiazules reciben el diploma por su incondicional apoyo al club
Un cuarto de siglo viviendo intensamente el RCD Espanyol. Cinco lustros de amor incondicional, de alegrías y tristezas, de una pasión que hace a los pericos únicos y diferentes. 25 años en los que este grupo de socios y socias han disfrutado de una de las mejores épocas del club, con éxitos deportivos remarcables como las dos Copas del Rey. Pero, más allá de los títulos, han sido testigos de infinitas historias compartidas en las gradas, viajes inolvidables y momentos que han forjado un sentimiento imposible de describir con palabras.
Como es tradición, la Sala President del RCDE Stadium ha acogido uno de los eventos más emotivos de la temporada con la entrega de los diplomas a los socios y socias que celebran los 25 años. Gente de todas las edades, caras conocidas, empleados… una amplia representación de la familia perica se reunió para rendir homenaje a quienes han permanecido siempre al lado del club, en los buenos y en los malos momentos.
Joan Capdevila, Manel Martínez y Manolo Serrano ejercieron de padrinos de esta promoción de socios que han vivido algunos de los mejores momentos de la historia del club. Los tres jugadores y, por supuesto, el consejero Rafa Marañón, compartieron anécdotas y recuerdos que despertaron sonrisas y emociones entre los presentes.
El CEO del RCD Espanyol, Mao Ye, finalizó ambos actos agradeciendo el compromiso, la fidelidad y el amor por los colores blanquiazules, y remarcó que son los socios, abonados y seguidores los que hacen grande al club. Su mensaje fue un recordatorio de que el verdadero patrimonio del Espanyol son las personas que lo sienten y lo llevan en el corazón.
Antoni Fernández Teixidó y José Luis Perelló, presidente y vicepresidente de la Fundació, los embajadores Iñaki Pérez de Arrilucea, Raúl Longhi, Toni Blanch, el presidente de la FCPE, Ton Roig, el propio Alan Pace y diferentes ejecutivos del club, quisieron acompañar a todos los condecorados en esta ocasión. Una jornada que, sin duda, quedará grabada en la memoria como un tributo al espíritu perico más auténtico.
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