2-2: Puntazo insuficiente
El Espanyol firma un excelente partido en Anoeta, pero se marcha con un empate que le deja un sabor amargo
Tiempo habrá para repasar jugadas, para analizar datos y para confirmar las sensaciones del equipo sobre el césped de Anoeta. El primer análisis, sin embargo, habla de que el Espanyol sumó un puntazo en un campo complicado y ante un rival de auténtico nivel.
Por eso no es de extrañar que Manolo González comentara al final que ese empate fue insuficiente viendo lo que sucedió en el partido, un partido vibrante, con alternativas y en el que el Espanyol se fue al descanso con una renta de 0-2 que contrarrestó la Real en apenas nueve minutos y aún la tuvo en el descuento Puado para poder cerrar el partido.
Eléctrica salió la Real desde el saque de inicio. Velocidad y la fijación en la meta de Dmitrović durante los primeros minutos, justo hasta que el Espanyol peleó por una pelota en el centro del campo y acabó con una combinación Milla-Roberto-Milla y el remate en plancha de éste para poner el 0-1 en el minuto nueve. Jarro de agua fría local y confirmación de que el Espanyol ya ha dejado claro que tiene la firme voluntad de lanzarse hacia la meta rival a la primera oportunidad.
Dolan, muy activo, tuvo un par de ocasiones minutos más tarde, a la que se sumó un chutazo de Edu Expósito desde la frontal del área que se veía dentro y acabó rozando el poste lo que provocó una enorme explosión de alivio en Anoeta.
El partido sumaba minutos mientras los catalanes se mostraban firmes, sin fisuras y anulando cualquier opción local. Dos jugadas clave faltaban para marcar el devenir del partido en estos primeros 45 minutos.
En el 32, Kubo acabó chocando contra Cabrera cuando intentaba internarse en el área. La grada reclamó penalti, pero la acción fue muy evidente. Y diez minutos después, en el área local, Jon Martín agarró a Roberto cuando este enfilaba hacia la portería. El árbitro ni lo dudó: penalti. Lanzó Puado y detuvo Remiro, la jugada siguió y el VAR avisó al árbitro. Un jugador de la Real estaba dentro del área en el lanzamiento. Tocaba repetir y Puado, esta vez, acertó con el fondo de la red. 0-2 justo antes de irse al descanso.
La segunda mitad comenzó con igual serenidad en el lado catalán. La Real no encontraba el camino, pero, en una acción desgraciada, El Hilali se resbaló al intentar controlar la pelota y la dejó en bandeja para que Barrenetxea recortara distancias y la grada se volcara con su equipo. Ocho minutos después Oskarsson aprovecha en desmarque para superar a Dmitrović por segunda vez, después de que la pelota rozara a Miguel Rubio.
Con el empate, la Real volvió a la carga, mientras el Espanyol mantenía el tono. Tocaba seguir trabajando y esperar una última bala. La tuvo Puado, pero se le fue larga sin tiempo para más. Empate amargo para un equipo que sigue sumando cosas positivas, en definitva.
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