2-1: Derrota a Mendizorroza
El Espanyol lo intentó hasta el final, pero se marchó de Mendizorroza sin premio.
Poco tenía que ver el partido de este domingo en Mendizorroza con el disputado en febrero de este año con los dos equipos al borde del precipicio. Esta temporada ninguno de los dos vive con los apuros de la temporada 2024-2025 y parece que han dejado atrás el sufrimiento de otras épocas.
Empezó mejor el Deportivo Alavés metiendo al Espanyol en su campo. El equipo de Manolo González no acababa de encontrar la fórmula para frenar a un envalentonado rival. Si a un buen rival le añades un desajuste defensivo el resultado no puede ser peor. El conjunto vitoriano no perdonó en la primera clara que tuvo y Denis Suárez inauguró el marcador con un remate cómodo llegando desde atrás. Salvo un tímido lanzamiento de falta de Edu Expósito, el Espanyol continuó sufriendo en defensa. Dmitrović salvó al equipo en dos acciones prácticamente consecutivas y mantuvo con vida al conjunto dirigido por Manolo González.
Tras unos minutos de desconcierto, el Espanyol se fue asentando sobre el terreno de juego y comenzó a llegar con algo más de peligro al área visitante. Jofre, que se ha ganado un puesto de titular, fue el artífice de las oportunidades más claras, aunque ninguna de sus internadas tuvo un final feliz. Roca y Edu Expósito estuvieron cerca del gol igual que Pere Milla, que intentó sorprender a Sivera con un disparo muy lejano. Parecía que el Espanyol tenía series opciones de poder empatar, pero, en un nuevo despiste defensivo, llegó el segundo gol de los locales, obra de Lucas Boyé. Antes del descanso una última oportunidad para Cabrera con un centro chut que se estrelló en el palo.
Movió el banquillo Manolo González en el descanso dando entrada a Dolan y Roberto por Roca y Jofre. El delantero, algo frustrado esta temporada por su poco acierto de cara a puerta, avisó con un chut con la izquierda. En la siguiente acción, no perdonó. El ‘9’ aprovechó un buen servicio desde la banda izquierda de Romero para superar a Sivera. El partido adquiría otro cariz, aunque se enturbió por la lesión de Kike García. Afortunadamente, Roberto estaba muy enchufado y continuó persiguiendo el gol con insistencia. Pese al empuje final, el conjunto blanquiazul no encontró el premio del gol y se marchó de Mendizorroza con la sensación de haber merecido algo más.
Un partido en el que el esfuerzo y la reacción del equipo no bastaron para sumar, pero que volvió a evidenciar el carácter competitivo de este Espanyol.
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