2-0: Derrota en el Santiago Bernabéu
El RCD Espanyol llegaba al Santiago Bernabéu con la confianza que da sumar 10 de 12 y con las buenas sensaciones mostradas en este arranque de LALIGA. El conjunto blanquiazul, mucho más hecho que hace un año, confiaba en sorprender a un rival al que llevaba sin ganar 30 años en su campo. El conjunto de Manolo González, con la sensible baja del pichichi Pere Milla, sabía que era un día importante y que una buena imagen ante el Real Madrid le daría ese punto más de autoestima.
Como viene siendo habitual, se vio a un equipo serio, bien plantado y con las ideas muy claras. Ante un rival con semejantes individualidades hay que elevar el nivel de concentración al máximo y tratar de aprovechar las oportunidades ante un portero casi imbatible como Courtois. El inicio perico no pudo ser mejor y en el primer minuto de juego ya había amenazado la portería defendida por el belga en un par de ocasiones. Siguió amenazando bien el Espanyol que, cada vez que llegaba a tres cuartos, generaba peligro ante la defensa del Real Madrid. Salvados unos minutos de cierta asfixia, la realidad es que el equipo espanyolista tenía el partido controlado. Sin embargo, el buen planteamiento perico se vio golpeado por una acción de calidad de Militao. El defensa, con un potente chut, adelantó a los locales. Una auténtica lástima.
El Espanyol ha demostrado una gran personalidad esta temporada y siguió muy metido en el partido. Continuó generando en cada llegada como en un centro de Dolan que no pudo rematar Roberto, aunque la más clara fue una falta lateral que se escapó del pie de Calero por un centímetro. Cierto es que los locales pudieron sentenciar en una contra rapidísima, pero esta vez Mbappé falló con todo a favor.
El Espanyol quería conservar sus opciones de puntuar, pero se fueron apagando rápidamente al poco de iniciarse el segundo tiempo. Mbappé, en estado de gracia, anotó el segundo con un tiro lejano. El Madrid volvió a esa versión práctica que siempre le da resultados. Dos picotazos de calidad y poco más para casi sentenciar el partido. Manolo González buscó la reacción con un triple cambio y dio entrada a dos extremos puros como Jofre y Koleosho para reactivar el ataque. El gol pudo llegar en alguna acción a balón parado, pero el resultado no se movió. Sensación de que se pudo competir por los puntos en algún momento del partido, pero al final, sin opciones.
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