0-1: Asalto a Balaídos
El Espanyol consigue tres puntos en un partido muy trabado,
El Espanyol afrontaba una nueva salida con la tranquilidad de haber ganado su último partido liguero y con la intención de seguir sumando puntos ante un rival que, esta temporada, ha tenido muchos problemas como local. Sin embargo, como bien avisaba en la previa el técnico blanquiazul, Manolo González, los resultados eran un tanto engañosos y los celtiñas podrían haber sumado algún punto más.
Volvió a hacer cambios Manolo González en el once titular, como podía desprenderse de sus declaraciones en la rueda de prensa. Fue un partido muy táctico, de dos entrenadores que analizan y estudian bien a los rivales. Sorprendió rápidamente el Espanyol con una contra inicial y en los primeros minutos tuvo bastante presencia en campo rival, aunque sin inquietar a la portería celeste. Pere Milla fue, de nuevo, el jugador que más peligro transmitía, aunque sólo fue capaz de probarlo con un chut lejano. El equipo se sostuvo bien en defensa, pero le faltó ser algo más incisivo. Tampoco el Celta generó demasiado peligro salvo en una contra de Bryan Zaragoza, quien, tras sortear a su par, ajustó mucho su remate. Antes, extrañamente, se revisó un posible penalti de Calero a Borja Iglesias, quien claramente estaba en fuera de juego. El Espanyol mostró una versión seria y sólo le faltó dar algún susto más al equipo local que tampoco acababa de mostrarse totalmente cómodo.
No cambió en exceso el ritmo del partido tras el descanso. Parecía que el Celta tenía algo más de interés por tener el balón, pero, de nuevo, sin demasiado peligro ante un Espanyol bien posicionado. Los blanquiazules sabían que su rival sufría en la salida de balón y no dudaron en echarse hacia arriba cuando era oportuno. En una de estas, Urko cazó un balón en la frontal y chutó fuerte, pero algo desviado. El equipo perico, con la entrada de Kike García, ganó algo de músculo, pero fue en una jugada de estrategia cuando llegó la mejor oportunidad para un Cabrera que no pudo rematar con fuerza un centro de Romero.
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