0-0: Empate a Montilivi
Empate sin goles en Montilivi en un partido intenso donde el Espanyol mostró solidez y dispuso de ocasiones para llevarse la victoria.
El Espanyol cerraba una intensa semana (Real Madrid, Valencia y Girona) con un dificilísimo partido en Montilivi, donde las últimas visitas no han acabado bien para los pericos. El conjunto gerundense, tras su experiencia europea, no ha empezado demasiado bien la temporada, aunque es cierto que Michel ha tenido que improvisar durante las tres primeras jornadas antes de contar con la plantilla completa. Más allá de la situación del rival, para el conjunto perico era un partido muy importante después de la mala experiencia sufrida el pasado curso con una dolorosa derrota.
Manolo González volvió a introducir algunos cambios en el once respecto al último partido de liga sin que afectara al juego del equipo. El Espanyol tiene una idea clara y una propuesta definida independientemente de quién juegue o quién sea el rival. Es el gran mérito de este equipo, que se encuentra en un momento óptimo. Pronto llegaron las primeras oportunidades del conjunto perico con sendos remates de Roberto y Pere Milla. El Espanyol amenazó, pero fue un partido abierto, con llegadas para ambos contendientes y con los guardametas poniendo el candado en sus porterías. Dmitrović evitó el primero de los locales con una gran parada tras un remate de Iván Martín. Los blanquiazules dieron la réplica con dos chuts muy peligrosos de Roberto y Dolan, que se toparon con un inspirado Gazzaniga. Hasta Riedel se animó con un chut lejano y un remate de cabeza que salió un poco alto.
El Espanyol supo aguantar las embestidas del Girona, que generó bastante peligro en la línea de tres cuartos: la alta concentración defensiva fue clave para mantener la portería a cero. Siguió el equipo de Manolo González exigiendo a su rival con su juego dinámico, descarado y atrevido. Pere Milla, en un lanzamiento de falta muy peligroso, cerró el capítulo de ocasiones visitantes en el primer tiempo.
El Girona salió con una marcha más tras el descanso y sometió algo más al Espanyol, que comenzó a sufrir un poco más. También es cierto que, con este guion de partido, el conjunto blanquiazul encontró más opciones a la contra. Roberto se fajó como es habitual y no paró de ganar duelos a su central, permitiendo que el resto de compañeros aprovecharan para intentar sorprender a una defensa local más desorganizada. La batalla táctica siguió con los cambios introducidos por ambos técnicos que sufrían en la banda. Carlos Romero estuvo muy cerca de marcar con un chut desde la frontal que salió rozando el palo. El lateral izquierdo, que está a un nivel altísimo, lo volvió a probar y, de nuevo, se quedó a un palmo del gol. Muy clara también fue la ocasión que tuvo Pere Milla, pero el ‘11’, que volvía al equipo titular tras su sanción, chutó desviado.
El marcador no se movió y el partido finalizó 0-0. El Espanyol lo intentó hasta el final, generando ocasiones y manteniendo un alto nivel de concentración, pero no fue posible perforar la portería local. Un punto que, lejos de Montilivi, sirve para consolidar la confianza y seguir creciendo como equipo en esta exigente temporada.
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